jueves, 17 de diciembre de 2015

Comunicado marciatiliano:

Vomito estiércol por los agujeros de mis orejas
Y defeco los residuos de mi alimentación estereotipada por senderos lagrimales
Por la rabia inmensa que se posiciona por sobre la altura de mi calentada cabeza
Tengo la respiración adulterada por la información asimilada por mis emociones destructoras y bien posicionadas.

Cayeron los pájaros que solo agrandaron la jaula para volar un poco más lejos sin entender que chocaban contra la sombra de los garrotes, más delgados pero símiles en sobras.

Volvieron a caminar con la única seguridad de que el hambre será saciada por la misma mano que no los liberara nunca de sus jaulas, y pretender mofarse de aquelles a quienes las redes se les acerca más al cuerpo y por veces rosa sus plumas, bien manoseadas y maltratadas.

Se deslegitimaron cósmicamente ante el altar de la dignidad y todas sus trampas, asumieron con el mejor orgullo el hecho concreto y absoluto de defender su feudo de los bandidos que se pasean de vez en cuando un tanto más cerca de sus propios estatutos.

Olvidaron la responsabilidad de defender lo que a nadie le quita el sueño y por lo que nadie pretende vivir despierto. En el ahora me protejo con la creación de un buen cuento que me mantenga quieto, para no agitarme por la inestabilidad con la que viven mis profes alrededor de las órbitas de mi cuerpo.

Es verdad que la verdad es solo una, pero el calor individual la flexibiliza y con ayuda del lenguaje y las manos, la adulteran para amenizar el paisaje que se plasma en los ojos de les portadores que solo construyen lo mismo que critican a sus padres, aunque ahora con bajo consumo, libre de gluten y otras normas que aun se imponen desde el Olimpo hegemónico interestelar y sobrenatural.


Fin del comunicado publico marciatiliano.

martes, 15 de diciembre de 2015

Nos invade dentro de todo el ser inherente que construye la presencia inocua de lo que no existe realmente por sobre la profundidad de la cabeza. Con cautela introduce su miembro en los poros dilatados del pequeño ser completo que ya paso reiteradamente por los procesos encadenados de un sistema solar, anidado en nada más y nada menos que la intencionalidad de una soliedad vacía y con una pisca mínima de gracia entre tantos pasos falsos e insectos pisados, desangrados, alejados, silenciosos del pasar cíclico del tiempo, línea futurista y trasplantada.

El comienzo hace mucho dejo de ser cierto, al igual que los cumpleaños de toda la materia podrida que vive por sobre los cimientos del capitalismo desnudo y muerto, muerto mucho antes de que tu alma tomara posesión de lo ajeno simplemente para proseguir las cúpulas de agonías que se defienden con bastones y a veces con espadas laser de las otras adornadas fachadas, donde nadie se mira ni se toca más que para transar el papel por algún elemento perdido en su ausente gracia, ya que las portadas muestran aun cosas que faltan para completar los adornos del árbol de la vida, sin pesebre, sorpresas, ni regalos, solo la compleja y palpable nada se impone con ímpetu ante los ojos de un sinfín de submarinos que aun mueven sus alas para aletear por sobre la tierra áspera y grietosa, donde muchos miran el horizonte cortado de cuajo por el simple cuchillo de la indiferencia, que no se corre del vagón donde yo no me bajo más que para subir al cielo de mi cabeza, para acariciar las plantas de mis codos lanudos de cartón y una pisca de ají-color.

Caminamos como todos los días sin pasar la línea amarilla, nos detenemos en la luz blanca, y que hace mucho tiempo atrás buscábamos al ser maldito que no la apagaba. Todo solo para observar de lejos la oscuridad que no golpea mi puerta por las noches frías y malhumoradas, teniendo presente y en constante consideración que la gente humilde en las poblaciones nada hace e igual teme, sin importar la pieza del ajedrez que se le pare con ímpetu en frente, son los pobres de emociones, los pobres de dinero, los pobres de conciencia y los pobres de cartones los que golpean su espalda sin agregarle después un gracias, ya que la espera disminuye las ganancias y las transacciones involuntarias están a la vuelta de las endebles casas. Donde no dan los costos para la tele vigilancia y los celulares inmensos se repletan de juegos que con la gracia de uno que otro dios, no me dejan tiempo para recordar como no se cumplen mis sueños.

Se agoto el saldo de la plástica chaqueta que antes resguardaba a otro animal del frío que ya no deambula entre los huesos de tus extrañas partes invisibles y desanimadas. Se lucha por el dominio de terreno individual y se muestran las encías para magnificar la valentía, que se marcha elevada por el viento de alguna estación que no cubre las 24 horas del día. Los sin cuerpo buscan en algún folleto la esperanza cosificada y la receta misma para llevarla a la práctica, ya que el cuerpo natural deja mucho que desear ante los ojos del supremo molde perfecto. Córrete para el lado y deja que pacen las estrellas, escucha sus ofertas, compra sus productos y continua disfrutando tu paupérrima merienda, que ya muches estrelles fugueses fueron absorbidas por la ley de la graviedad. Tangible con la inconsistencia de una sopa aliñada con los productos naturales, que por estos días se resguardan de sueño, al costado del inodoro.

Tenemos para todos los gustos las ofertas excitantes, ni siquiera necesitas contarme tus problemas, posturas, ni elocuencias, tu perfil de ingreso al sistema encaja con uno que otro molde; debo confesarte que tienes razón cuando dices que unos se usan más que otros, pero tu cuerpo no se aleja tanto del resto que tu acusas de estar durmiendo. Será así hasta que te alejes completamente de la envoltura humana, que una trastocada pincelada precisa condujo hasta tu sexo instintivo. Ya sé lo que estas buscando, tengo unos pasillos oscuros y solitarios para que tu autocomplacencia sea bendecida por el alcohol y las raras palabras, ese disfraz te queda bien, pareces como de otro planeta, te faltan monedas, machetea lo que no se llevo consigo la plusvalía, la gente esta cagada por dentro, pero antes de él placentero no; esta la timidez por demostrar pobreza, y antes de la pobreza esta la deuda externa, que se lleva consigo la incapacidad de aceptar y asumir que sigues dentro aunque tu actitud no calce entre la mayoría y su indudable bondad.


El monte inmenso se aleja a pasos firmes, y yo me arranco antes de empezar a seguir estupideces que solo agotan las energías y las esperanzas. Me canse de ser la especie privilegiada entre los terrícolas que maltratamos a cada instante solo por el hecho de no hacer nada, el vivir produce cáncer en todos los planteas sin importar lo lejos de su presencia, y el hecho concreto de que no exista carretera de asfalto hasta tus orejas, solo dificulta el camino de lo que tomara tu destino  para hacerlo suyo y vendértelo durante el trayecto que quisiste pasar conmigo. Es fome ver correr las horas cada vez más a prisa, luchando por ir delante de todo el resto que no logra visualizar tu agónica sonrisa, queremos ir primero en un mundo redondo, sin fin y sin inicio. Desconectamos los sentidos del cuerpo y los entregamos sin titubeo a todo un campo gaseoso que a velocidades incalculables e improbables, sella nudos y desata amarras de manera tan humana que ya no sé ni pa` que converso en las frías mañanas. Se acabo la serenata y con ella la vagancia de otra idea un tanto inexacta para aquel que no sé da el tiempo para filtrar las nauseabundas palabras que no encajan en los esquemas simples de sus paladares prejuiciosos, que no hacen más que extinguir la llama que pesé a los múltiples intentos aun no sé
apaga.