Tengo una nube sobre mi cabeza
Inmensa, oscura y tosca
Impredecible por esencia,
Me persigue por todos los rincones de mi vida
Provocando movimientos a prisa
Sin entender la dirección de mis actos
Sigo flotando por los senderos desdichados.
Aun la mantengo apegada a mi lejanía
Siento su aroma pese a que muchas de las veces
No la percibo por sobre los pelos de mi frente.
No logro entender con exactitud quien es dueño del juego
La extraño en periodos de poca gracia
Y por más que lo intento mi vida sigue opaca
Enmarcada por trueques falsos de energías
Deambulantes por envases de monotonía.
Se caen a pedazos los paisajes
Y se derraman las gotas de sangre que aun mantienen mi cuerpo.
Fallo reiteradamente los actos
Con los esquemas reutilizados.
Resignado miro en lo alto
Aquella gris materia gaseosa
Solo para complicar mi andar.
Deseo con ansias el día que comience a aguar.
Aumenta la contaminación pulmonar
Los parajes cada segundo se vuelven un tanto más turbios
No quedan rastros luminosos del sujeto debajo de la nube
Perdió completamente su gracia
Y se arrastra
Para mantener el débil pasó por la diminuta galaxia
Ella se empodero de toda las masas
Ocultando al sol entre sus bragas.
No queda nada porque luchar
Dicen los susurros del viento
Sin entender que el cuerpo fue envuelto por la sordera.
La luna maúlla con toda su fuerza
Las flores antes de ahorcarse le entregaron en bandeja de oro sus últimas señales
Las rocas se le atravesaron por los deslizamientos internos
Para que volviera a repetir el camino
Con un enfoque suavemente distinto.
El sujeto se extirpo de la escena
Muto su particularidad,
Solo se observa la nube negra
Llena de pinceladas ajenas
Termino por sobreposar su estética
Y para maldecir el futuro
Silencio su orgullo
Mientras decidió no llorar
Para seguir su rumbo
Limitando la pureza oculta entre las aguas del diluvio
Que nunca llego a rescatar al mu(n)do.