En instantes de la vida creo tener la mínima posibilidad de
generar trastornos en el sistema solar, grietas a los pies de una galaxia,
aridez a la orilla de una playa, calor en Alaska y un sinfín de cosas raras. Modificar la raíz
de una planta para detener las mutaciones agrias que las personas malas y
adineradas inyectan en los resultados de cientos de años de ocio y estafas vagas.
Pensando en la sinceridad de las emociones que transcurren por mis venas, deseo detener el
soplido inmenso de la aceptación y el desenfreno controlado por las miradas que
ya ni existen sobre el actuar de un simple personaje y una simple actriz en la
escena cuatro, imagen reiterada a través de los años que solo se barniza para
mantener el brillo polvoriento de las décadas y guerras que aun se disputan en
la interna de la cabeza.
Viene veloz la desesperación cada vez que se marchitan las
hojas de mis arboles inmensos que no tienen final ni proyectos que se preocupen
por lo que dirán los restos necios. Pensar que serviré a la Ecodestrucción y la
mantención me hace odiar mi vida, me hace arrastrarme como larva buscando el
dinero para continuar la subyugada calma. Se me dio la libertad de estudiar
solo con el fin de barajar más amos en mi próxima jugada, esperando algo a
cambio de mi esfuerzo, esperando algo a cambio por mi tiempo, esperando el
dinero que tan feliz se acerca danzando su bello cuerpo.
Ya en la oscuridad de la noche me cobijan los malos deseos y
los sin luz pensamientos, intentando sesgar mi cuerpo, con el objetivo de
atontecer las acciones, las intenciones y los recuerdos. Dialogan con la misma
mirada, conversan con el ser duplicado de la esquina, aquel que no perdono y
que jamás olvida, pese a que las drogan le avecinan, corre con la prisa de un
político descubierto por segundos incandescentes de su resguardada vida. Las
decisiones no están zanjadas, menos aun si se piensa en el futuro por sobre el
aquí y el ahora. No basta con rezar se escuchaba en las cantinas, ya no basta
con lucrar especulan los bastardos y la ley es una simple adquisición para
quien nació siendo bebe de un buen postor, la cintura y las rodillas están
listas para jugar el limbo infernal, las leyes son para quien las acepte y las
normas normalizan las peculiaridades, que ya se extinguen con las altas
temperaturas del sistema escolar. Ten, toma estos binoculares y observa al niño
que va perdiendo su esencia, que va disminuyendo las tonalidades, ese que ya no
tienen una fragancia única, ese que eres tú y soy yo, que es ella y aquellas,
ese que se oculto para darle paso a la adultez tremenda. Siguen las pautas de
una vida bastarda, el fin de la era se acerca tanto que ya las ganas de
procrear se pierden al final del suspiro y solo puedo decir que linda esta la
luna a lo alto de estas penurias, que grande es el sol que quema todo lo que no
soluciono dios, mientras el dólar le autorice el pase que ya paso de moda entre
les niñes que juegan con las vitrolas a cambiar los paisajes a punta de inocentes cañones
y desamores.
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