Se celebra un centenario,
El de un pequeño
Bien grande.
Que nunca busco
Ni lo deseo
Pero lo fue intentando no serlo.
Relatos cortos y certeros
Golpes firmes sin dueños
Solo buscaban el desahogo
De un imaginario preso.
Rostro juvenil envejecido,
Señales de un perpetuo conflicto
Quiso luchar sin darse por vencido.
Dedicando tiempo completo
A una labor que pena al cuerpo
Luego de ver pasar al tiempo
En la misma jaula del comienzo
Matadero de sueños y deseos.
Se desgarro la garganta,
En cada infinito momento,
En cada maldita sala.
La tiza amarga en la actualidad
Dejo de ser involuntariamente inhalada.
Ahora otro polvo es el que daña
Y deja muerta las miradas
De adultos, niñas y cosas raras.
En ciudades desabastecidas
De lo que realmente hace falta
Se intenta humanizar el alma
Mientras se agrandan las ganancias.
Regresando al punto inicial
Volveré a recordar a Parra
Cuando me entre un hambre
Y me haga unas ricas tostadas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario