martes, 6 de octubre de 2015

Estoy enclaustrado por opción voluntariamente impuesta
Y tengo miedo de volver a salir a jugar a fuera.
Aferrado a los sueños y deseos creativos
Realizo mal-interpretaciones de la racionalidad de mi ser violento
Que busca despegar del cementado suelo 
Para contemplar y sentir paisajes más plenos para lo poco y nada que le queda de cerebro.
Todo está roto dentro del cuerpo y busca reestructurarse
Por ello, se encerró con miles de candados y trampas sonoras
No desea que nadie altere ni mueva un musculo sin que él lo haya detectado.
Pues dice que en este mundo
Las sorpresas no siempre son gratas.

Esta aferrado como coala a sus sentimientos
Y no dejara que ningún cerebro altere sus convicciones de niño bueno
Solo espera ser feliz algún día
Mucho antes del lecho de su agonía.
Exige mucho y trabaja poco
O traba mucho y exige poco
O ni la una ni la otra
O tal vez si las invertimos en su viceversa
O quizás ambas en perspectivas erróneas por sobre la verdad concreta de cada neurona bajo la luz de la idea brillante opacadas por las tinieblas de la violencia,
Engendradas por la materia gris rosada de locura ciega y enferma.
Deja de nadar contra la briza plástica de las rocas
Todos siguen pidiendo pan entre las sombras
Sombras del dinero y todas sus lógicas.

Donde está la línea iluminada del camino correcto
¿O a caso también debemos empezar a construir el camino derrocado con fríos y violentos cimientos?.
El brote de un buen clima es el mejor de todos los brotes
Y las semillas enterradas con sangre y oxigeno
Se duermen solo un ratito pequeño
Mientras nutren mejor la tierra que anidara a nuestros hijos e hijas
Dice la ñuke para acumular esperanza entre sus más crecidos
Al medio de la codicia y la avaricia
Dialogan un  sin fin de sonrisas
Enorgullecidas por la voluntad de su propio dios
Malformado y malhumorado
Por los poderes facticos de su dolar y ambición.

Volví a enterrarme en el caparazón interestelar de mi conciencia
Con la finalidad de no absorber la maldad que ronda por la cotidianidad de las consciencia
consciencias repletas de miseria e ideas impuestas.
Le falta armonía a muchas cosas por estos días
Y al mismo ritmo se acaban las alegrías.
Se extinguen las especies naturales por montones
Y la normalidad se impones con ímpetu y valentía
Con la idealización pagana de un futuro lleno de eslabones
Innecesarios para la naturalidad prima
De los elementos naturales de la vida misma.
Se acaban los terrícolas
Mientras se busca vida por parajes lejanos de la agonía.


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