Con la danza
de tus interestelares paisajes
Despegue los
pies del frío cemento,
Me anide
entre las espinas de tus pasajes
Y cubrí con
tus labios los huecos por donde podía escurrirse mi juguetón aliento.
Hasta
segundo antes de caer muerto
Mis
sensaciones no dejaban cabida a la cordura
Y se
entretejían con tu curioso dulzor interno,
Mientras
regocijaba en tu sabrosa piel
Las ganas de
perderme en el tiempo.
Extravié las
cartas para combatir a mi personaje.
En esta
escena de la inacabada historia
Avive el
fuego con deseos un tanto salvajes
Que me
llevaron a acariciar tu vientre
En busca de
emociones cálidas sin ropaje
Entre uno
que otro movimiento terrestre.
No existía
nada con el ímpetu suficiente para interrumpir el momento,
Desapareció
todo rastro de humanidad alrededor de mi cerebro.
Escuche la
tonada de tu hermoso cuerpo,
Toque los
colores que aterrizan sobre tu multiverso
Y me deje
seducir como un niño sorprendido por el aroma de un rico almuerzo.
No busques
resultados concretos para todo lo que pasa por dentro de tus destellos
Que con ello
solo silencias la complejidad de todo el cosmos ardiente e incompleto.
Será el
presente el único susurro consistente
Y entre tu
infinito vaivén holístico
Florecerán
los placeres que no nutre el futuro indeciso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario